Valoro el diseño artesanal en todas sus dimensiones y en especial siento una gran pasión por el fieltro.
Es importante saber que esta técnica es una de las expresiones textiles más antiguas, siendo el resultado de un proceso totalmente orgánico que no contamina el medio   ambiente y la extracción de este material no perjudica en modo alguno el animal.
Mis echarpes son realizados en fino vellón merino y creados sin ideas preconcebidas; cada día entro a mi taller dejándome llevar por el instinto, sin bocetos ni patrones previos. Son moldeados a mano utilizando solo agua y jabón artesanal, que ayudan en el proceso de amasado del vellón el cual tiene microscópicas escamas que reaccionan con el suave masaje, abriéndose y entramándose hasta convertirse en un paño totalmente cohesionado, sin costuras y que pueden tomar diferentes texturas al mezclarse con telas de lino, seda o algodón.
El resultado son prendas diáfanas, delicadas y tan contemporáneas como únicas, que nos conectan, inevitablemente, con nuestros ancestros y la naturaleza.